25 marzo 2013

MAPA, FRONTERAS, IDENTIDAD


Leo hoy en la prensa: “ETB cambia el mapa del tiempo para resaltar Euskal Herria con fronteras”. La noticia me lleva a tres consideraciones:


1.- Afirma el articulista de Noticias de Gipuzkoa: “La última bandera del cambio de socialistas y populares dejó de ondear ayer en EITB con el cambio del mapa del tiempo”. Es evidente que el cambio de “formas” que resultó más denostado públicamente, en ETB, fue el del “mapa del tiempo”. Puede que fuera “la bandera” del cambio impuesto, pero la transformación real fue mucho más profunda.

La escasa “centralidad vasca” que ya tenía ETB en la etapa anterior, fue abandonada por completo bajo la férula de Alberto Surio. Si los referentes de centralidad antes ya eran españoles (de los de Francia nos olvidamos), en la etapa PsoE / Pp se convirtieron en algo permanente y agresivo. El “Estado central” siempre era el español; su Gobierno, el único posible. Las noticias “nacionales”, siempre las españolas. Todo lo que quedaba fuera de las fronteras del Estado español, “lo extranjero”. Cualquier noticia de Badajoz o Murcia, por poner un ejemplo, en primera línea; “nacional”, claro. Ninguna referencia propia, del País, como central.

El mapa era un pretexto. El territorio de nuestro país estaba ya roto por la estrategia de la dominación desde hace siglos; en la etapa de Surio se quebró por completo. Más todavía su cohesión humana. Ahora parece que, en parte, se recupera “el mapa”, cuando menos en su “color”, pero el territorio sigue cuarteado entre las administraciones de los estados y sus compartimentos “provinciales”. ¿Cómo se va a afrontar la partición humana impuesta a pesar de la realidad social? ¿Va a seguir ETB en la senda de la disolución de nuestra identidad a base de insistir en el acelerado proceso españolizador de la etapa anterior?

2.- Resulta poco afortunada la expresión “resaltar Euskal Herria con fronteras”, al referirse al color del mapa que lo diferencia de los territorios colindantes de los estados español y francés. Las fronteras reales son las que existen entre los estados. Creo que no es mala la idea de visualizar el país con un solo color, pero no me parece tan buena la de la asunción de las divisiones administrativas actuales, ni la de la radical diferenciación con territorios como La Rioja, con la que nos unen tantos lazos históricos y actuales, comenzando por la propia práctica de la pelota como deporte “nacional”.

Hay que tener mucho cuidado al hablar de “fronteras” en un mundo en el que las únicas que siguen siendo efectivas son las interestatales. No hay más que ver todo tipo de tarifas en el mundo de la telefonía móvil o de los accesos a la red en banda ancha, los precios de los combustibles, etc., pero, sobre todo, constatar la apabullante realidad de la lengua imperante a cada lado de esas “fronteras” que, según algunos, están ya superadas.

3.- El mapa es una referencia visual y simbólica importante, pero tanto o más lo son las referencias de centralidad social, económica y política. Por desgracia, todas ellas nos siguen llevando, desde ETB, a España. Es bien sabido que el Estado es la herramienta más potente que existe hoy en día como creador de cohesión social, de integración (de emigrantes, por ejemplo) y de generación de identidad.
  
Desde una herramienta limitada como ETB, sobre todo sin el respaldo de un Estado propio, los objetivos son también, necesariamente, reducidos, pero nunca se debe olvidar el objetivo de la emancipación nacional desde una gestión que se autodenomina “nacionalista vasca”, Sus medios se pueden utilizar de mejor o peor modo, pero siempre con este horizonte. No todo son limitaciones externas y las posibilidades existentes deben ser apuradas al máximo. Hace falta conciencia y voluntad. Los mapas, por sí solos, no bastan.

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