17 noviembre 2011

EL PARADIGMA NAVARRO





Las naciones “normales”, con Estado propio, cuando escriben su historia toman como marco el territorio y población de su propio Estado. Naciones, como la nuestra, sometidas a estados extraños, no pueden tomar como referencia la historia escrita por los vencedores y dominantes. Deben hacerlo desde su propia centralidad y tomar como referencia el conjunto de su patrimonio (memoria, lengua, cultura social y política, territorio histórico, paisaje, elementos arquitectónicos, música etc.)

La forma de explicar el proceso histórico de Euskal Herria se ha realizado mediante tres modelos o paradigmas:

1.- El modelo foral, con origen en la fase inmediatamente posterior a la pérdida de independencia del reino de Navarra en los siglos XVI y XVII; su origen es atribuible a historiadores como Garibay, Ohienart y Moret, principalmente. Presenta la realidad vasca como un “pacto” con la monarquía (española o francesa) y fue parte fundamental del imaginario carlista en el siglo XIX.

2.-, El bizkaitarra, con origen en la etapa en la que el principio nacional se ha extendido por Europa a lo largo del siglo XIX; su paternidad data de la visión de los hermanos Luis y Sabino Arana Goiri. Sigue aceptando la existencia de un “pacto originario”, aunque considera irrenunciable el derecho de la nación vasca a su independencia.

3.- Ante la limitación de los anteriores modelos y su escasa capacidad de integrar con armonía, humana y territorialmente, al conjunto vasco, a finales del siglo XX se plantea el paradigma navarro. Son fundamentales las obras de Sorauren, Olaizola y Urzainqui.

El paradigma navarro considera que Navarra fue el Estado de los vascos, su máxima construcción política, en la que gozaron de soberanía en pie de igualdad con otros estados europeos. Presenta la posterior institucionalización foral tras las diversas fases de ocupación militar, no como pactos libres sino como una especie de estatus de equilibrio entre la derrota militar y la conquista y el mantenimiento de sus propias instituciones basadas en el Derecho Pirenaico.

El paradigma navarro permite explicar y comprender mejor que cualquier otro modelo hasta la fecha el proceso histórico nacional de los vascos y su situación en los comienzos del siglo XXI, ya que:


·      Incorpora la globalidad humana y territorial del país
·     No se circunscribe a las limitaciones impuestas por los sistemas políticos y administrativos de la dominación
·      No acepta ninguna autolimitación humana ni territorial de la propia sociedad
·     Plantea unas perspectivas de futuro, realistas e integradoras, a las demandas de libertad y democracia, concretadas en el principio irrenunciable a la “libre disposición”
·     Presenta nuestra reivindicación en el plano internacional, no como un simple asunto interno de los estados español y francés


Referencia bibliográfica

"Paradigma nafarra" / "El paradigma navarro". Luis María Martínez Garate
Pamplona-Iruñea 2011. Nabarralde



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