Las
naciones “normales”, con Estado propio, cuando escriben su historia toman como
marco el territorio y población de su propio Estado. Naciones, como la nuestra,
sometidas a estados extraños, no pueden tomar como referencia la historia
escrita por los vencedores y dominantes. Deben hacerlo desde su propia
centralidad y tomar como referencia el conjunto de su patrimonio (memoria,
lengua, cultura social y política, territorio histórico, paisaje, elementos
arquitectónicos, música etc.)
La
forma de explicar el proceso histórico de Euskal Herria se ha realizado mediante
tres modelos o paradigmas:
1.- El modelo foral, con origen en la fase
inmediatamente posterior a la pérdida de independencia del reino de Navarra en
los siglos XVI y XVII; su origen es atribuible a historiadores como Garibay,
Ohienart y Moret, principalmente. Presenta la realidad vasca como un “pacto”
con la monarquía (española o francesa) y fue parte fundamental del imaginario
carlista en el siglo XIX.
2.-, El bizkaitarra, con origen en la etapa en la que
el principio nacional se ha extendido por Europa a lo largo del siglo XIX; su
paternidad data de la visión de los hermanos Luis y Sabino Arana Goiri. Sigue
aceptando la existencia de un “pacto originario”, aunque considera
irrenunciable el derecho de la nación vasca a su independencia.
3.- Ante la limitación de los anteriores modelos y su
escasa capacidad de integrar con armonía, humana y territorialmente, al
conjunto vasco, a finales del siglo XX se plantea el paradigma navarro. Son
fundamentales las obras de Sorauren, Olaizola y Urzainqui.
El paradigma navarro considera que Navarra fue
el Estado de los vascos, su máxima construcción política, en la que gozaron de
soberanía en pie de igualdad con otros estados europeos. Presenta la posterior
institucionalización foral tras las diversas fases de ocupación militar, no
como pactos libres sino como una especie de estatus de equilibrio entre la
derrota militar y la conquista y el mantenimiento de sus propias instituciones
basadas en el Derecho Pirenaico.
El
paradigma navarro permite explicar y comprender mejor que cualquier otro modelo
hasta la fecha el proceso histórico nacional de los vascos y su situación en
los comienzos del siglo XXI, ya que:
· Incorpora la globalidad
humana y territorial del país
· No se
circunscribe a las limitaciones impuestas por los sistemas políticos y
administrativos de la dominación
· No acepta
ninguna autolimitación humana ni territorial de la propia sociedad
· Plantea unas
perspectivas de futuro, realistas e integradoras, a las demandas de libertad y
democracia, concretadas en el principio irrenunciable a la “libre disposición”
· Presenta nuestra
reivindicación en el plano internacional, no como un simple asunto interno de los
estados español y francés
Referencia bibliográfica
"Paradigma nafarra" / "El paradigma navarro". Luis María Martínez Garate
Pamplona-Iruñea 2011. Nabarralde
"Paradigma nafarra" / "El paradigma navarro". Luis María Martínez Garate
Pamplona-Iruñea 2011. Nabarralde
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