20 febrero 2010

JAUME VICENS I VIVES


No soy historiador y sin embargo creo que puedo decir que Jaume Vicens i Vives, sobre todo a través de su “Aproximación a la historia de España” (1952), ha ejercido una enorme influencia sobre mi forma de entender la Historia y la interpretación, completamente distinta a lo que nos habían enseñado, de la historia de España. Viendo la fecha marcada en el ejemplar que todavía hoy manejo, aparece diciembre de 1969. Han pasado más de cuarenta años y todavía, cuando releo alguno de sus capítulos, me sigue fascinando.

Todo esto viene a cuento de que Vicens i Vives nació el año 1910 y que en este 2010 se cumple su centenario. Hoy se celebran centenarios, cincuentenarios y lo que haga falta de personas relevantes en el mundo de las artes o de las ciencias, de su nacimiento y de su muerte o de alguna obra concreta que ha llegado a representar un hito en su género. Por ejemplo en 2009 se conmemoró en bicentenario del nacimiento de Darwin y el 150 aniversario de su obra fundamental “El origen de las especies”. Vicens i Vives, por su talla intelectual y moral, no podía ser menos.

El mundo cultural de Cataluña ha decidido conmemorarlo como “Any Vicens Vives”. A Vicens le tocó vivir un época turbulenta en la que, a pesar de su catalanismo militante, supo sacar adelante una importantísima labor historiográfica, logró crear una escuela histórica de gran potencia y contribuir seriamente al debate identitario de Cataluña. Todo eso en un cuarto de siglo, ya que su tesis doctoral data de 1936 y falleció en 1960 víctima de un cáncer de pulmón.

Desde el momento en que asumió la pérdida de la guerra tomó la opción de permanecer en el territorio del Estado español, obviamente hostil a toda su forma de ser y pensar. Fue depurado y apartado de la universidad y tampoco pudo recuperar su cátedra de Instituto ganada en 1935. El nacionalismo español bullía en su primera etapa y rechazó los intentos de Vicens para seguir su vocación en la universidad. Como contrapartida, en esta etapa escribió algunas de sus obras históricas más interesantes y fundó la Editorial Teide que, según su biógrafo Josep M. Muñoz, le permitió vivir con bastante holgura. Por fin, en 1947, ganó por oposición la cátedra de Historia universal moderna y contemporánea de la universidad de Zaragoza.

En los años siguientes, además de seguir con las investigaciones históricas, planteó sus tesis sobre la historia de España, principalmente en la ya citada “Aproximación” de 1952, en las que ajustaba cuentas con tirios y troyanos. Toda la visión idealista y nacionalista de la historia de España, aunque fuera hecha por personas contrarias al régimen de Franco, es objeto de profunda crítica. Tanto Américo Castro como Claudio Sánchez Albornoz practican, según Vicens, una historia idealista y convergente, pero siempre centrada en Castilla, con la proyección al presente que eso suponía.

En la misma época se desarrollaba en España una polémica de mayor actualidad, explícitamente centrada en aquella etapa. Los protagonistas eran Pedro Lain Entralgo, falangista de primera hora, que planteaba “España como problema” frente a Rafael Calvo Serer destacado miembro del Opus Dei, que respondía con su “España sin problema”. Seguía siendo una visión esencialista y cerrada de la innegable, para todos los autores reseñados, realidad española como algo uniforme y dado desde siempre.

Otras personalidades conocidas hacia las que Vicens tuvo críticas serias, y con las que tuvo incluso conflictos personales, fueron el propio Ramón Menéndez Pidal y Salvador de Madariaga, ambos también exponentes de primera fila del mismo nacionalismo esencialista español, aunque en bandos, teóricamente, opuestos.

Vicens, dentro de las limitaciones de la etapa política en la que le tocó vivir y trabajar, planteaba una historia mucho más próxima a la de los Annales (Febvre, Bloch, Braudel…), una historia basada en datos económicos y sociales, pero sin hacer de ellos ningún absoluto y siempre contextualizados en las estructuras políticas en las que se producían. No en vano uno de los principales intereses de estudio de Vicens fue la geopolítica. El papel otorgado a los territorios de la corona de Aragón (Cataluña y reino de Valencia, además del propio de Aragón) y, en menor medida, Navarra, fue una de las claves de su síntesis.

Vicens marcó un antes y un después en los estudios históricos en los Países Catalanes, por supuesto, pero también en España y fue muy bien considerado en Europa y América. De entre sus discípulos sobresalió la figura de Joan Reglá, catedrático de Historia moderna en la Universidad de Valencia, también fallecido prematuramente (1917-1973).

Con su obra “Noticia de Catalunya” (1954) Vicens entra en profundidad en el debate identitario de Cataluña. Hay quien dice que esta obra de Vicens más que la historia de una identidad, es el diseño de una trayectoria en la que los únicos elementos permanentes son el territorio y, dentro del factor humano, el espíritu de trabajo. Pero a nada que reflexionemos un poco, ¿qué son el territorio o el espíritu de trabajo como factor humano, sino elementos de una identidad clara y diferenciada?

¿Cuáles son, finalmente, los rasgos más definitorios de la personalidad catalana? El “seny” y la “rauxa”, afirma Vicens en esta obra. Un sentido de la medida (el ''seny'') trasladado del mundo rural al urbano y allí redefinido. La idea de pacto, de origen feudal, pero adaptada con posterioridad a las nuevas circunstancias políticas, también como compromiso de solidaridad. Una tendencia intermitente al arrebato, al ímpetu (la “rauxa”).

En Vicens se dibujaba la figura de un líder importante para su nación. Su capacidad intelectual y de síntesis, su ejercicio claro del liderazgo, todo ello unido a un fervoroso catalanismo, hacían de Vicens un dirigente político en potencia de gran interés para una Cataluña aplastada tras la guerra. Nunca sabremos si esto se habría podido concretar. Vivió en una mala época para veleidades liberadoras y, sobre todo, murió muy joven.

La biografía de Vicens, escrita por Josep M. Muñoz i Lloret está muy bien construida, es completa y de muy amena lectura. Sirvan estas líneas, escritas con cariño y admiración desde Navarra, como un homenaje en el centenario de su nacimiento.


Reseña bibliográfica

Muñoz i Lloret, Josep M.
“Jaume Vicens i Vives. Una biografía intelectual”
Barcelona 1997
Edicions 62

2 comentarios:

Shaudin Melgar-Foraster dijo...

Moltes gràcies per l’article sobre Vicens i Vives. M’ha semblat molt interessant i m’ha aclarit alguns dubtes que tenia.
Shaudin

Anónimo dijo...

Gracias por escribir esta reseña de nuestro Jaime Vicens Vives . Yo creo que fue la bujia que puso en marcha el motor de la Democracia en España .
Sus libros denotan un gran pensador y un genio de las finanzas ( creador de la editorial Teide,....)