-Este libro nace con la intención de
recuperar nuestra memoria histórica para construir una identidad fundamentada
en lo que somos realmente. ¿De qué manera lo hace?
-La identidad, tanto de una persona como
de un grupo, se constituye sobre la memoria. Sin memoria histórica una sociedad
no tiene existencia propia, no es un sujeto social ni, menos aún, político. La
memoria histórica está vinculada a la historia, pero se expresa de forma
distinta. La memoria transmitida a muchos navarros, entre los que me encuentro,
incluye la existencia de un reino independiente y que fue conquistado por
Castilla.
Como dice Walter Benjamin en sus
reflexiones sobre la historia, la memoria de los vencidos constituye el germen
de la reparación y de la justicia. La memoria de los vencidos es un elemento
revolucionario de primer orden. La memoria tiene mucho de movimiento social.
La memoria debe estar refrendada por la
realidad histórica y, por ello, provoca y condiciona las investigaciones de los
historiadores profesionales. Memoria e historia se realimentan entre sí. De
modo que si una memoria está perdida o es débil puede ser sustituida con
facilidad por otra inducida por los vencedores, con el objetivo de asimilar a
los vencidos. Si esta segunda fase se culmina con éxito, Benjamin habla de una
"doble derrota" de los vencidos donde nos encontramos en una
situación difícilmente reversible.
-¿Por qué son necesarias estas lecturas
que reescriben la historia de Navarra? Es decir, ¿por qué hemos tenido hasta la
fecha una falsa o, mejor dicho, errónea visión sobre nuestra historia?
- Lo que ha sucedido es que en el caso
de Navarra, como en el de todas las conquistas, la historia la escriben los vencedores
y es la que ha prevalecido en los textos, tanto académicos como docentes. En
ellos se muestra con frecuencia a Navarra como un reino medieval arcaico, con
conflictos internos insalvables, inviable en la modernidad al que tuvo que
llegar un reino, Castilla, con Fernando de Aragón -el Falsario- a la cabeza e
incorporarlo 'pacíficamente' en su organización política moderna. Así se
cumplía, además, el "destino histórico" de los pueblos ibéricos
unidos bajo Castilla con el nombre de España.
La historia como ciencia tiene un método
de investigación y unas reglas que se deben cumplir para considerarla como tal,
pero no es inocente. La elección del marco espacial y temporal para narrar una
historia la condiciona tanto como los hechos que describe. La importancia del
sujeto es capital. Y la mayor parte de las historias de Navarra la presentan
como "una parte de España". No como un sujeto con personalidad
propia. Creo que la historia narrada desde una u otra perspectiva cambia
fundamentalmente, aunque cuente los mismos hechos. Uno de los errores de método
más comunes en la narración histórica es el "finalismo". Es lo que,
por ejemplo, muchos historiadores llaman el destino histórico de la unidad de
España. Esto sucede con facilidad si el sujeto del que se narra la historia es
la sociedad que conforma actualmente el Estado español. Lo que llaman nación
española.
Ambas cuestiones, la elección del sujeto
y el hecho de tener un historia escrita por los vencedores, distorsionan
nuestra realidad histórica. Sé perfectamente que la elección del sujeto navarro
no es inocente; es una opción elegida desde el presente, pero sobre todo con
perspectiva de futuro. Que nadie piense que los que prefieren el sujeto español
están por encima de la política, lo que sucede es que en este caso su ideología
se inscribe en lo que Michael Billig ha denominado como "nacionalismo
banal". Su perspectiva es finalista y persigue como objetivo político
mantener la sumisión de Navarra dentro del Estado español. Además olvidan esa parte
de Navarra, Ultrapuertos, que se sigue denominando Navarra y que no es
española.
El texto está basado en hechos extraídos
de trabajos de historiadores profesionales y los he procurado tratar con el
mayor rigor. Mi aportación tiene como aspectos originales la elección del
sujeto y el hecho de ser una obra sencilla de leer, de aquí el título de
"Síntesis".
-En esta publicación se sitúa al Reino
de Navarra como eje de la construcción del pueblo vasco y, en cambio, este
territorio siempre ha sido obviado. ¿Por qué?
- El pueblo vasco data de antiguo, como
su lengua y su ordenamiento social basado en el uso y costumbre y en la
prevalencia de los valores de la comunidad, lo que se ha denominado como
'Derecho Pirenaico'. Aparece en los textos de los historiadores romanos, las
fuentes árabes también lo señalan, se enfrenta a francos y visigodos que
pretenden dominarlo. Este pueblo se organiza en la tardoantigüedad y en la alta
Edad Media como Ducado de Vasconia, pero su estructura política más perdurable
y consistente comenzó tras el enfrentamiento con el imperio franco y las
sucesivas victorias sobre el mismo de Orreaga. El pueblo vasco siguió con su
lengua y su ordenamiento social, los preservó y desarrolló en el reino de
Pamplona, consolidado a comienzos del siglo IX.
En el XII se produjeron cambios
sustanciales en su organización política y con Sancho VI, el Sabio, comenzó a
denominarse como reino de Navarra.
El reino, tanto siendo de Pamplona como
de Navarra, hizo lo que hacen siempre los estados, de algún modo nacionalizó su
sociedad. En la Alta Edad Media, según Koldo Mitxelena y estudiosos actuales
como Koldo Zuazo, se establece una primera unificación del euskara en torno a
la capital del reino, Iruñea-Pamplona y se concreta el sistema jurídico basado
en el Derecho Pirenaico.
No es cierto que "este
territorio" haya sido obviado. La mayor parte de investigadores,
estudiosos e historiadores consideran lo navarro como central en hecho vasco,
lo que ha sucedido recientemente es una separación entre ambos conceptos.
-El libro recoge uno de los
acontecimientos más destacados, como fue la ocupación de 1512, pero también
otra conquista de la cual apenas se ha hablado: la de 1200. ¿Qué pasó en este
año?
- Así como de la conquista y ocupación
de 1512-1529 quedan bastantes elementos de memoria de transmisión oral
(familiar, de amigos, de sociedad en general) y hay más textos escritos, existe
otra conquista en la que la historia como ciencia ha venido en auxilio de la
memoria. Es la conquista de 1200. Hacia mediados del siglo XII la Rioja y la
parte de la Bizkaia actual controlada por los señores de Haro se pasó a
Castilla, que les ofrecía un control feudal del territorio más laxo que el de
Navarra. En esta linea. en 1199 Castilla inició una ofensiva contra el reino
navarro, sitió Vitoria-Gasteiz que se rindió ante Alfonso VIII de Castilla en
1200, conquistó el Duranguesado y, en general, todo el frente marítimo de
Navarra, dejando al reino sin salida al mar de Bizkaia. A partir de estas
ocupaciones y conquistas se inició, desde Castilla, el proceso de
institucionalización de lo que luego serían las Provincias Vascongadas.
Como consecuencia, se generó una
dicotomía entre la designación política -navarro-, que seguía siendo utilizada
por los vascos de la Navarra independiente y la lingüístico-étnica en la que
los habitantes de los territorios conquistados no se llamaban castellanos, ya
que hablaban euskara, pero no no podían seguir siendo navarros y quedaron como
simplemente vascos. Es la misma distinción que puede existir entre magiares y
húngaros o entre lusos y portugueses. Entre etnia o lengua y organización
política
No ha sido fácil lograr la consideración
como hecho histórico consolidado que en 1200 hubo una conquista de Castilla
sobre parte de Navarra, pero, una vez conseguido, es un hecho que está
construyendo memoria. Era evidente la necesidad de generar un
"relato" común a todos los vascos ("una nación es un
relato") y la constatación de estos episodios como conquista ha
contribuido a ello de modo importante.
Así se conformó la primera
diferenciación entre vascos y navarros.
-¿Cuál considera que es la principal
característica del Reino de Navarra que no debemos olvidar?
- En primer lugar la realidad de que los
vascos constituimos un Estado independiente en el conjunto europeo. Es un hecho
que ha sido negado, o cuando menos minusvalorado, con asiduidad, incluso desde
sectores que se reclaman como nacionalistas vascos. Lo afirma también, por
ejemplo,el famoso libro de Marc Kurlansky "The Basque History of the
World" ("La historia vasca del mundo") Quienes niegan la
estatalidad histórica de los vascos a través de Navarra contribuyen a la
minoración de nuestro pueblo y al menosprecio de su autoestima.
En segundo lugar hay que destacar toda
su institucionalización y adaptación a tiempos cambiantes basada en el Derecho
Pirenaico.
Son de gran importancia también las
aportaciones a la modernidad a través de la Navarra de Ultrapuertos,
independiente hasta 1620, como foco de las distintas reformas religiosas de su
época y su aportación al pensamiento europeo en general. La corte de Margarita
de Navarra, esposa del rey Enrique II, el Sangüesino,,que inspiró al
Shakespeare de "Love's Labour's Lost", al afirmar "Navarre shall be the wonder of
the world" es, tal vez, su muestra más importante.
También lo es el desarrollo literario de
la lengua vasca, cuyo principal exponente es la traducción del Nuevo Testamento
al euskara de Joanes de Leizarraga, por encargo de la reina Juana II de Albret,
en 1571. Hecho que incorpora nuestra lengua a las lenguas literarias europeas
como había sido el alemán por Martin Lutero en 1534, la "King James Bible"
en 1611 para el inglés o la de Kralice al checo hacia 1613.
-Este libro ya se publicó en 2010. ¿Es
una casualidad que haya sido reeditado justo ahora, en un momento en el que la
derecha, y sus discursos correspondientes, ha ganado terreno político?
- Evidentemente en la conmemoración del 500
aniversario de la conquista en 2012 se consiguió una victoria importante en la
hegemonía del relato en favor de una conquista y ocupación violentas, sufridas
por la población navarra de la época. Los cuentos de unión "aeque
principaliter" de Navarra a Castilla o de su "incorporación
voluntaria" en la monarquía castellana para superar su atraso y sus
guerras endémicas, quedaron con las vergüenzas al aire merced a estudios y
trabajos como los de P. Monteano, P. Esarte, A. Pescador etc.
Es evidente que los sectores hegemónicos
durante siglos no se han rendido con facilidad y cada vez que tienen
oportunidad intentan abrir de nuevo vías a su discurso de incorporación
voluntaria aunque algo más suave y matizado que el antiguo, No hay que bajar la
guardia pues disfrutan de todos los medios que les otorga tener un Estado a su
favor: en el sistema educativo y en los medios de comunicación y propaganda
sobre todo. No es un problema exclusivo de la "derecha", es un asunto
de Estado. Por eso es oportuno insistir en una visión autocentrada de nuestra
historia.
En este contexto se constituye la parte
más militante que promueve con ahínco la diferenciación entre vascos y
navarros. Es una ofensiva que se concreta en la propaganda con la que estos
sectores mantenidos por el Estado español intentan manipular con el miedo. Su
eslogan es "que vienen los vascos" y quieren aniquilar la
personalidad navarra. ¡Como si esta personalidad no hubiera estado en riesgo
permanente desde las conquistas y ocupaciones castellanas citadas y en todos
los conflictos con España de los siglos XIX y XX!.
En este contexto se plantea como un
asunto grave el modo como se presentan estos temas en el sistema educativo en
lengua vasca. Se trata de textos, traducidos del español normalmente, en los
que no se expresa con claridad una posición propia, generada desde el sujeto
navarro. Y sobre los que pesa como una losa el control, inquisitorial, con el
que son revisados por las autoridades oficiales.
-¿Hay algún aspecto del pasado que, con
este libro, podamos aprender y que nos sirva para los tiempos actuales? Más
allá de saber bien nuestra historia, nuestro pasado.
Sin la asunción de la identidad propia
es imposible generar un proyecto de futuro autónomo. La identidad se soporta
sobre la memoria y la memoria debe pasar por el tamiz crítico de la historia.
No puede haber nación sin un relato propio y compartido por sus habitantes. Y
la nación, más que la "tierra y los muertos" de Maurice Barrès,
es un proyecto de futuro.
Evidentemente una tradición tan rica y
abierta como la generada por nuestro Derecho Pirenaico, por el Fuero como
constitución de Navarra, nos puede cargar de autoestima e inspiración, no para
copiar sino para construir un Estado independiente y distinto al servicio de
una nación cívica como corresponde a la modernidad.
En este contexto hay que evitar el
juicio de fenómenos actuales con criterios historicistas, como sería el
simplificador "como fuimos independientes tenemos derecho a serlo
hoy". Eso supone un cortocircuito demasiado fuerte. Tiene que haber varias
mediaciones antes de llegar desde tal premisa a esta conclusión. El haber sido
un Estado independiente propició la nacionalización de su sociedad y la
creación de una conciencia política común. El hecho de haber sido injusta y
violentamente conquistados es un punto importante de cara a cualquier
reclamación internacional en la actualidad. Pero si en el presente no existe
una conciencia nacional que lo exija y reivindique con suficiente fuerza
social, todo eso se convierte en papel mojado
-Por otro lado, ¿el libro esclarece
algún hecho concreto del que no tuviéramos conocimiento con anterioridad?
- Todos los hechos que se narran eran
conocidos ya que fueron investigados y expuestos por historiadores
profesionales. La originalidad del trabajo radica, como ya he dicho antes, en
la presentación del sujeto histórico como sujeto político, el Estado navarro.
En el libro se hace hincapié en los momentos en los que el "reino"
(el "pueblo" como dice Mikel Sorauren) toma decisiones trascendentes.
Es el caso de la redacción del Fuero General, a partir de 1234, ante la llegada
de la dinastía de Champaña, desconocedora por completo de la tradición
jurídico-política pactista de Navarra y de la prevalencia "del uso y la
costumbre" y "del común". Sucede cosa semejante tras la unión
con la corona francesa al final de esta dinastía, cien años más tarde, cuando
los asuntos de Navarra se decidían en París. En ese momento, los navarros
deciden separarse, por cuestiones políticas, de Francia y utilizan como
pretexto que en esta monarquía rige la ley Sálica por la que no podían reinar
las mujeres y en 1328 designan como reina a Juana de Evreux, hija del último
rey común con Francia: Luis Hutin.
-¿Haría una 'Síntesis de la historia de
Navarra' reciente? ¿Cómo la calificaría en la actualidad?
- Sería un trabajo bastante complejo.
Habría que empezar por desbrozar nuestro siglo XIX y superar todos los
complejos introducidos por la historiografía española. Sería necesario revisar
toda la interpretación del carlismo, el origen del nacionalismo de Arana Goiri,
los procesos de reconfiguración nacional en el siglo XIX europeo empezando por
las unificaciones italiana y alemana, el paneslavismo etc., los conflictos
nacionales surgidos en Europa tras la Primera Guerra Mundial (1914-18) y
contextualizar nuestra realidad de modo bastante más amplio que el que ofrece
la visión hispanocéntrica.
NOTICIAS DE NAVARRA (2020/02/22)
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