Es un ejercicio muy interesante leer una novela negra construida sobre una realidad de la que el lector ha sido partícipe directo; sobre todo si las situaciones que se ofrecen resultan familiares. Si a ello se añade una trama verosímil y un nivel se suspense más que aceptable, el resultado es un trabajo consistente y de lectura fácil y agradable. Si, además, está muy bien escrita ya se cierra el circuito. En resumen, en “La santa culpa” se encuentran todos los elementos que definen un producto de calidad.
El asunto se centra en la muerte por envenenamiento (¿asesinato?, ¿suicidio?) de un miembro supernumerario del Opus Dei, en el despacho del Vicario en el momento en que, tras meditada reflexión, había decidido abandonar la Obra.
Los personajes además de responder de modo consistente a los esquemas previsibles dentro de la trama, tienen una coherencia bien conseguida. La figura del matrimonio de supernumerarios “obligados”, si quieren hacer uso del sexo de modo habitual, a la generación de vástagos de manera sistemática, al margen de los problemas que pueda sufrir la mujer. Las personalidades de los directores espirituales respectivos y del, primero, Consiliario y, más tarde, Vicario del Opus Dei, el vallisoletano don Nuño Sancho Núñez de Cogullada y Sánchez de Fuenterrebollo, están bien construidas. Las de los hijos del matrimonio, también. Sobre todo Gabriela, la hija sorda, que, por lo mismo, nunca podrá acceder al estatus de miembro de la Obra.
El modo de funcionamiento interno del Opus Dei pienso que está reflejado por un autor que ha vivido muy próximo (¿dentro?) de la organización. El eje central de la novela es, precisamente, la prioridad de la organización y su supervivencia y éxito, por encima de las situaciones y problemas personales, sean internos o externos a ella. La metáfora que ofrece Mengual del pulpo que puede prescindir de uno de sus tentáculos para sobrevivir, con conciencia además de su posterior regeneración. Ningún escándalo debe alcanzar a la organización, caiga quien caiga en el camino.
Los problemas cotidianos de todos los personajes están muy bien expuestos. La personalidad de Maristany, el inspector de policía encargado del caso, antiguo miembro del Opus Dei, del que salió “por piernas” y sin dar explicaciones, y completamente escéptico está bien reflejada.
En mi opinión, la figura más entrañable resulta la del médico, socio numerario del Opus Dei, que certifica el fallecimiento por envenenamiento con cianuro, a pesar de las presiones de su superior jerárquico, fiel a la prioridad de la verdad y del juramento hipocrático.
La novela está escrita en el idioma del autor, en catalán, y un guiño interesante de la misma consiste, en mi opinión, en el hecho de que por encima de cualquier planteamiento personal e ideológico, don Nuño Sancho Núñez de Cogullada y Sánchez de Fuenterrebollo, español de primera división, aprenda y utilice el catalán con “normalidad” en la labor pastoral con su rebaño en Cataluña.
Una novela interesante para las personas que han conocido de cerca la "obra de Dios", pues verán aparecer usos y costumbres ajenos al "siglo" pero practicados por sus miembros con fervor. Para los que no lo conocen es una narración con trama atractiva y que les puede poner sobre aviso, por si alguna vez llegan a estar próximos.
Mengual i Casellas, Vicenç
“La santa culpa”
Barcelona 2009. Ediciones La Busca
4 comentarios:
Yo también he leído “La santa culpa” y estoy totalmente de acuerdo con los puntos que has comentado sobre el libro.
La novela se encuentra ahora en Bubok, pero tengo entendido que la va a publicar una editorial catalana.
Esta obsesión por el Opus ¿no es un tanto enfermiza?
Desde luego el autor sabe detalles.
¿Ha hablado con algún ex?
Es evidente que sí. Yo mismo estuve muy cerca y me he documentado bastante a lo largo de mi vida.
El autor sabe detalles, lo de enfermiza... Quizás el anónimo sí es del Opus? Si no, como es que puede juzgar si el autor sabe o no sabe detalles? Es muy típico que los del Opus se escondan en el anonimato...
Saludos, "Garate"!
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