Salgo de escuchar un muy buen concierto de la Orquesta Sinfónica de Euskadi con un programa de mi agrado, sobre todo la suite "Alexander Nevsky" de Sergei Prokofiev, basada en episodios musicales de la película homónima dirigida por Sergei Mijailovich Eisentein y cantada con el Orfeón Pamplonés. La ví hace muchos años y me produjo un impacto duradero basado, sobre todo, en la magnífica conjunción de imágenes y sonido, música en particular. Es una música épica y de gran expresividad, manifiesta un apabullante nacionalismo ruso, pero con enorme fuerza y belleza.
Hace pocos días escuchaba "El amor de las tres naranjas", del mismo autor, que es una música también muy hermosa, pero alejada de cualquier perspectiva épica. Es muy interesante constatar la variedad de la música compuesta por Prokofiev en cuanto a géneros y estilos. Cosa parecida sucede con el otro gran ruso, casi de su generación aunque algo más joven, que es Dimitri Shostakovich. También tiene sus grandes obras épicas, sobre todo su sinfonía número 7, "Leningrado", dedicada a la heroica batalla librada contra el nazismo alemán en dicha ciudad. Shostakovich compuso maravillosas músicas de cámara, muy distantes de todo planteamiento épico.
Tanto Prokofiev como Shostakovich pasaron por etapas muy diversas en sus relaciones con el aparato político de la URSS, sobre todo en la época de Stalin. Ambos compositores son, en mi opinión, de los más interesantes surgidos en el siglo XX. Tal vez sólo superados por el gran Bela Bartok. Sin olvidar a nuestro compatriota Maurice Ravel.
Todavía no he olvidado el título, por lo que, a continuación, viene la coda política:
Leo, con estupor, en el programa distribuido por la Orquesta para el concierto de hoy, que el Orfeón Pamplonés "es una de las formaciones corales españolas más veteranas..." ¿Dónde estamos? ¿Quién escribe? ¿Desde cuando el Orfeón Pamplonés es una "formación coral española"? Por supuesto que es una (gran) formación coral, pero, ¿española? Es navarra. Y punto.
Las cosas se pueden decir de muchas maneras que, además, ya están inventadas (del "Estado español", de la Península Ibérica etc. etc.) Pero atribuir el calificativo de "español" a nuestro Orfeón me parece deplorable. Sobre todo procediendo de las mentes rectoras de la que piensan que la suya es la "Orquesta nacional de Euskadi".
Un cero a quien redacta sus programas.
1 comentario:
Completamente de acuerdo. Tal vez una parte de la explicación provenga de un "copiar y pegar". Pero sólo una parte.
Publicar un comentario