“Hitza hormaren kontra”, de Víctor Alexandre, es un libro didáctico de principio a fin. En el diálogo que expone, Fernando, su contrario español, utiliza todos los tópicos con que nos regala cotidianamente la “intelectualidad” hispana. En Víctor, todas las más elementales razones humanas y democráticas del valor de la autoestima, de la emancipación de las personas y sociedades adultas, en resumen: de la independencia.
En el año 1965 Julián Marías, discípulo de José Ortega y Gasset, publicó quince largos artículos en un periódico de Catalunya con el título común de “Consideración de Catalunya”; durante el siguiente año fueron editados como libro con el mismo título. Con seguridad era la primera aproximación que, tras la guerra de 1936-39, realizaba un intelectual español a la realidad catalana sin agresividad y con un talante de diálogo y comprensión. La perspectiva de Marías consistía obviamente en la imposibilidad de comprender la realidad catalana de forma distinta de la que supone su “pertenencia” a España, aun respetando su “hecho diferencial”, eso sí, como particularidad “regional”.
En 1967 un gran intelectual y político catalán, Maurici Serrahima, escribió y publicó, dentro de las limitaciones en cuanto a libertad de expresión propias de la época, una hermosísima respuesta a Julián Marías: “Realidad de Catalunya. Respuesta a Julián Marías”. En un libro sosegado, respetuoso y de gran rigor intelectual, Serrahima discute y rebate los planteamientos de Marías.
Hoy es otro tiempo, pero los prejuicios que flotan en el ambiente español con relación a la realidad catalana, y, también por supuesto, a la vasca siguen siendo semejantes. Víctor Alexandre ha “modernizado” el diálogo. Marías escribió su libro, Seharrima el suyo con sus respuestas y argumentos, pero, al mismo tiempo, ambos se cruzaron gran cantidad de cartas con este asunto como argumento. El libro de Víctor tiene la misma intención que la planteada en el diálogo Marías-Serrahima. Aquella correspondencia se realizó, obviamente, vía correo convencional. Hoy estamos en otra época y el correo electrónico campa a sus anchas y ha arrinconado al clásico hasta casi su extinción.
Los emails son, normalmente, más breves y sintéticos que las cartas de la correspondencia clásica. Lo que pierden en estilo literario, ganan en inmediatez, capacidad incisiva y actualidad. Y este es el planteamiento del libro de Víctor. Reproduce el diálogo cruzado entre dos amigos: uno, Fernando, español, de Madrid, con residencia en Luxemburgo, el otro, Víctor, catalán residente en Catalunya, pero corresponsal en su día de tres medios de comunicación en Alemania.
Desde Euskal Herria la situación que plantea el debate se nos hace familiar. En Vasconia quienes proponemos la emancipación de Navarra sufrimos, pienso que más todavía que en los Países Catalanes, la acusación de “etnicistas”. Hace falta mucho desparpajo y cara dura para que sean los españoles, con todos los conocidos antecedentes que, indudablemente, han marcado su actual cultura política y social, quienes nos imputen semejante título.
Hoy, las perspectivas de futuro de ambas naciones se están planteando desde posiciones ciudadanas, de libertad y progreso, de bienestar y solidaridad. Cosa que no ocurre en los herederos de la Reconquista, de Isabel y Fernando con la expulsión de los judíos y la Santa Inquisición, del genocidio americano y del sometimiento de Navarra y Países Catalanes, entre otros muchas sombrías hazañas históricas.
1 comentario:
Vaya, no sabía que los catalanes y los navarros se mantuvieron al margen de la conquista peninsular y americana. Me sorprende aun más saber lo malvados que fueron los españoles con la Inquisición, cuando ésta se implantó antes en el Reino de Aragón que en el castellano.
Aragón y Cataluña han estado tan sometidas como el resto de las regiones españolas. Cataluña se integró vía matrimonial en el futuro Reino de España, sin embargo, más de media España fue sometida por las armas.
¿Quiénes son los que oprimen a Cataluña y a Navarra: los valencianos, extremeños, andaluces,... que sufrieron la violenta conquista por parte de aragoneses y castellanos?
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