28 noviembre 2012

LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA



Cataluña está de moda. Desde la convocatoria de referéndum populares sobre la independencia se percibía un cambio en la sociedad civil del Principado de Cataluña. Esta convocatoria, con alto porcentaje de participación, no tuvo apoyo institucional, incluso fue mal vista por los sectores oficiales, tanto españoles como próximos a la Generalitat. Es evidente que quienes fueron a votar lo hicieron casi en su totalidad a favor de la independencia. Más que los resultados creo que fue importante la concienciación que supuso para muchos sectores de la sociedad. El sentimiento independentista ya existía pero se pudo proclamar sin complejos. La gente de la calle visualizó la posibilidad de expresarse sobre asunto tan importante.

Los radicales ataques al sistema educativo, a la lengua, a las infraestructuras económicas del Principado por el Estado español provocaron manifestaciones masivas. La más importante, el pasado 11 de septiembre, reunió un millón y medio de personas y reclamó directamente la constitución del Principado como un nuevo Estado europeo. Desde varias entidades culturales, Omium Cultural principalmente, se alentó la formación de una Asamblea Nacional Catalana capaz de recoger el clamor de la sociedad civil en pro de la independencia. Simultáneamente en los diversos medios de comunicación se estableció un profundo debate intelectual sobre el camino a seguir por Cataluña en la nueva etapa.

La presión de la sociedad, el citado debate intelectual y la reacción española ante algunas demandas de CiU, como el Concierto Económico, han llevado a los partidos políticos catalanes, encabezados por la propia CiU, a una iniciativa sin precedentes. Han marcado una “hoja de ruta” hacia la independencia. Las elecciones del pasado domingo fueron su primera etapa. Las siguientes serían: la constitución de un Parlamento Catalán mayoritariamente partidario del Estado propio, a continuación una convocatoria de referéndum y, por último, la proclamación unilateral de independencia. El ritmo y los tiempos irían en función del resultado de cada paso anterior y de las consecuentes negociaciones necesarias.

Los resultados de las elecciones han conducido a un Parlamento con clara mayoría independentista. ERC ha subido más de lo bajado por CiU y los votos españoles mantienen, a la baja, su cuota, a pesar de la mayor participación (más del 70%).

Cataluña Principado, en sus últimas manifestaciones, ha mostrado gran capacidad de movilización puntual, mientras que nuestra nación moviliza más gente en conjunto, pero lo realiza en demasiadas convocatorias, que en muchas ocasiones proponen reivindicaciones ajenas al logro del Estado propio.

Las fuerzas sociales y políticas del Principado han decidido una hoja de ruta basada, al principio, en las instituciones derivadas de la Constitución española: autonomía, estatuto, censo y sistema electoral. Aquí todavía no se ha decidido nada, ya que ningún partido ni sindicato ni movimiento social han planteado “hoja de ruta” alguna hacia el Estado propio.

El debate intelectual sobre su necesidad y la “hoja de ruta” para lograrlo está muy vivo en el Principado de Cataluña y, además, es de alto nivel intelectual. En nuestro país, por el contrario, no pasa de frases grandilocuentes, sin contenido político; la práctica de partidos, sindicatos y movimientos sociales está anclada en la retórica.

Los catalanes añoran nuestra capacidad de movilización cotidiana, aunque ellos la demuestran con vigor en momentos concretos. Ansían la fuerza de nuestra sociedad civil: ikastolas, cooperativas, asociacionismo en general. Yo envidio su capacidad de planteamiento intelectual y el nivel de sus debates públicos, aquí inexistentes.

Texto leído en el programa Hordago Nabarra de Hala bedi irratia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy catalan y estoy en contra de la independencia. Es lo que hay. Se basan en una mentira y yo no puedo reclamar lanindeprndencia por actuaciones del pasado porque de esta manera reclamaria america.

Garate dijo...

No me gusta contestar comentarios anónimos, pero si lee este comentario le agradecería me dijera cuál es esa "mentira".

De todas formas, si los catalanes quieren su independencia ¿quién se lo puede impedir?