24 septiembre 2011

BEOTIBAR: EL MITO DE LA BATALLA

Según un lugar común en la memoria de muchos guipuzcoanos, sobre todo en Tolosaldea, el 19 de septiembre de 1321 ocurrió en el paso de Beotíbar una batalla de las tropas navarras contra Gipuzkoa a consecuencia de la previa destrucción del castillo de Gorriti por los guipuzcoanos. Este episodio se ha trasmitido asociado a la fiesta y baile de la Bordondantza que Tolosa celebra el 24 de junio, en el solsticio de verano, un hecho bélico magnificado y, sobre todo, interpretado en un sentido de división y enfrentamiento entre vascos.

Reflexionaba sobre todo lo anterior con motivo del reciente Segundo Congreso de Historiadores de Navarra organizado por Nabarralde y celebrado en Oñate los pasados días 16 al 18 de septiembre. En el mismo se presentaron dos ponencias que aludieron a dicha escaramuza. Una de ellas, expuesta por Floren Aoiz, destacaba su instrumentalización política, sobre todo tras la conquista de la Alta Navarra en el primer tercio del siglo XVI. En la segunda, dictada por Juan Antonio Urbeltz sobre “Los alardes de armas y sus metáforas”, Beotibar aparecía como ejemplo que ilustraba su tesis, en torno a la relación entre folklore e historia.

La leyenda de Beotibar, cuyo origen data de finales del siglo XVI y comienzos del XVII con Garibay, Zurita y Mariana, todos ellos historiadores “orgánicos” al servicio de la monarquía española de los austrias, ha servido para construir un imaginario colectivo entre los guipuzcoanos que, en muchas ocasiones, ha elevado el suceso a lugar de memoria de la Provincia frente al reino de Navarra, al que presenta como un ente político extraño y agresor. Se llegó a hablar de que 60.000, ¡sí, sesenta mil!, “franceses, gascones y navarros” marcharon sobre Tolosa desde Pamplona y a su paso arrasaron Berastegi. Al “historiador” correspondiente habría que preguntar cómo el Valle de Berastegi pudo albergar a 60.000 hombres. Según el mismo relato, 800 guipuzcoanos formaron el pequeño ejército que derrotó a los navarros en Beotibar.

La historia, como puso en relieve Floren Aoiz, nos habla más bien de un pequeño enfrentamiento en la muga entre ambos reinos, fortificada por Castilla tras la conquista castellana de los territorios occidentales navarros en 1200. Pasó a la historia como “frontera de malhechores” por los conflictos y fechorías que, en su mayor parte, fueron instigados por Castilla. Beotibar fue una pequeña trifulca, posteriormente sobredimensionada con una evidente intención, hasta elevarla al nivel de leyenda generadora de simbolismo e ideología. Es decir, de memoria.

Tras la leyenda y el relato histórico, queda el tercer aspecto del mito, que es su utilización como supuesto soporte de la celebración el día de San Juan, el solsticio de verano, en la fiesta de la Bordondantza en Tolosa. Ya el padre Larramendi en su "Corografía de Guipúzcoa" recordaba que la Bordondantza, conocida anteriormente como Alagaidantza, se bailaba en otros pueblos del Beterri como Andoain, Hernani, Urnieta o Rentería. La teoría de la batalla queda bastante malparada.

Juan Antonio Urbeltz en su ponencia sobre los alardes defendió la distinción entre folklore e historia y la inconmensurabilidad entre el concepto de tiempo de ambas. La historia constituye una narración temporal, un relato diacrónico de los hechos acontecidos en una sociedad. El folklore es, en cierto modo, intemporal, acrónico. Responde a arquetipos muy antiguos y que no encuentran cabida fácilmente en los hechos históricos. Funciona con un sistema de representación e interpretación distinto. Esto no quiere decir, por un lado, que el folklore no evolucione con el tiempo y se transforme a un ritmo distinto, mucho más lento por supuesto, que los procesos sociales o históricos. En cambio, por otro, puede suceder que un hecho enraizado en la cultura, manifestación de la identidad de un pueblo, sea asociado deliberadamente con algún hecho histórico, de trascendencia real o magnificada, para ser utilizado con voluntad política.

La tesis de Urbeltz defiende que los alardes vascos actuales responden a patrones de folklore muy antiguos y, como tales, constituyen representaciones festivas. Cualquier elemento histórico y, por lo mismo, sucedido en épocas recientes, es algo añadido. Estas incorporaciones corresponden a intereses políticos concretos. Es el caso de los alardes de Irun y Hondarribia, a los que se han adjudicado relatos épicos en épocas tan recientes como el siglo XIX, supuestos elementos de batallas de los siglos XVI en adelante. Algo similar sucede con la Bordondantza de Tolosa. En todos estos casos sobre la base folklórica se han introducido elementos seudohistóricos como factores de memoria con el objetivo evidente de crear ideología y propiciar el enfrentamiento entre vascos.

La recuperación del origen en el folklore y la discriminación de los elementos ahistóricos deben servir al restablecimiento de su expresión festiva. Eso no supone la eliminación de sus rasgos actuales, sino el cambio de su interpretación como fundamento de memoria. Aunque es posible que algunas de sus características actuales, en los casos de Irun y Hondarribia por ejemplo, deberían ir evolucionando hacia fiestas en las que las mujeres pudieran participar con normalidad.

La decisión de qué hechos y lugares hemos de conmemorar es nuestra. No la podemos dejar en manos de quienes sirven a los intereses de un Estado que crea identidad a nuestra contra; un Estado que consciente y permanentemente diluye y tergiversa nuestras señas de memoria e historia y, con su relato, las asimila. La interpretación de los hechos y lugares también debe ser nuestra. Si no logramos crear nuestro propio relato, nunca saldremos del pozo del sometimiento y la apatía.

1 comentario:

Xaun dijo...

Resulta chocante que tanto en este blog como en el de Nabarralde tengáis entre los enlaces el del sionista declarado Juanjo Gabiña, del cual aquí dejo una muestra de su tolerancia, acaecida en los micrófonos de Euskalerria Irratia y mencionada por Asier Azpilikueta en su blog de Berria.info:

http://www.berria.info/blogak/azpilikueta/index.php?blog=40&s=ixo+joder!&sentence=AND&submit=Bilaketa