17 mayo 2011

ENCUESTAS QUE ILUMINAN

He escuchado alguna vez a Angel Rekalde decir que los políticos utilizan las encuestas como los borrachos las farolas. Para apoyarse en ellas. Sin ser ni político ni borracho profesional, me voy a arrimar a una encuesta aparecida en un blog descaradamente amarillo (y rojo por lo de español) llamado “Navarra Confidencial”. En una entrada de la pasada semana publicaba una macroencuesta, “Pulso de España 2010”, organizada por la Fundación José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.

En la encuesta, con todas las dudas sobre su fiabilidad, se refleja una vez más el valor que tiene la “navarridad” como factor identitario. Que en la actual Comunidad Foral de Navarra se obtenga que el conjunto de personas que se consideran “sólo españolas” o “más españolas que navarras” sea el 8% resulta un dato muy importante. Que en lo que llaman Comunidad Autónoma Vasca este resultado dé un 10% de suma de “sólo españolas” y “más españolas que vascas” también significa mucho. En Cataluña este dato supone el 19%.

El problema está en que esa “navarridad” resultante corresponde en muchas ocasiones a una caricatura de lo que supone ser, de verdad, navarro. Para eso hay que asumir el conjunto de su patrimonio, sea histórico, lingüístico o cultural. Esa es una labor difícil ya que quienes actualmente controlan los medios de esa parte que se sigue denominando Navarra procuran banalizarlo hasta el ridículo. De modo que consiguen una parodia de su realidad. Es un camino para afianzar su integración en la España imperial que la invadió y ocupó ya desde 1200, pero fundamentalmente desde 1512.

Algo semejante sucede con la visión de lo “vasco” desde lo que llaman Euskadi. Es evidente que la mutilación que supone para esa población y territorio la manipulación y ocultamiento de su historia como parte que fue del reino de Navarra, a través de su conquista en 1200 y de su posterior reorganización política y administrativa por Castilla, es un lastre que también dificulta el conocimiento propio que exige la propia dignidad y la autoestima.

Es significativo que los porcentajes sean tan similares en las dos partes en que quedó dividida políticamente Navarra… ¡en 1200! Este dato expresa con claridad la existencia de una cultura social y política en Vasconia diferente de la que impera en las tierras de su entorno, en España. La nación vasca -navarra- persiste con la tozudez propia de la realidad.

En cualquier caso, un resultado de este calibre implica una enorme dosis de deslegitimación para el Estado español. Que en una parte tan definida, por sí misma y por ellos –recordemos por ejemplo desde cuestiones ya antiguas, como el famoso Plan ZEN protagonizado por el PsoE de Felipe González, hasta sus políticas cotidianas más recientes en el ámbito de la persecución de medios y organizaciones relacionadas con la lengua y cultura vasca- manifieste en una sencilla encuesta un porcentaje tan bajo de adhesión identitaria a la nación de la que teóricamente forman parte indisoluble, es un fracaso de estrépito.

El problema está en que debería ser nuestra propia sociedad la que asumiera este hecho y fuera consecuente. La situación y las tendencias de la realidad mundial así como nuestra pertenencia obligada a dos de los estados más totalitarios de occidente nos ponen en grave riesgo de extinción como pueblo, como sociedad, como nación. Esta encuesta realza el papel que juega Nabarralde en estos momentos como medio difusor de un mensaje imprescindible para que Euskal Herria alcance el nivel de sujeto político capaz de lograr su emancipación a través de un Estado propio. El de Navarra, pensamos muchos.

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